Frecuente mente escucho a personas diciendo: ''No nececito ir a una iglesia para salvarme'', ''No nececito ir a una iglesia para estar bien con Dios''.
Naahh, versos..... aunque en cierto punto tienen razon esa es una de las miles de escusas baratas.
En el pequeño punto al cual me refiero que tienen razon es que, en realidad por el simple hecho de ir a una iglesia no te asegura a ti que Dios esta complacido con tigo, o mas bien que eres salvo, eso dependera de lo siguiente:
1ro. De la forma en la cual te manejes fuera de la iglesia: Puede que vallas a la iglesia Martes, Viernes, Sabados y Domingos, pero luego de salir de la iglesia te vas a tomarte unos cuantos traguillos con unos ''amiguillos'', tambien puede que en tu casa no seas un ejemplo a seguir ni para tu mascota, ya que no das un buen testimonio de vida, puede que en tu trabajo no seas ni la sombra de un cristiano, y tambien puede que las enseñanzas que te danen la iglesia no la pongas en practica fuera de ella.
2do. La doctrina la cual se imparta en dicha congregacion: esto se refiere a la enseñanza que te estan impartiendo, puede que te esten impartindo dogmas (enseñanzas de hombres) y no palabra de Dios y viseversa. hay una diferencia entre ambas; toda enseñanaza que esta escrita en la bliblia es pura y sana porque viene de Dios, por otro lado los dogmas vienen de hombres y como ya sabemos los hombres hacen y dicen todo a su conbeniencia propia.
ahora bien un hombre puede dar una enseñanza basada en la biblia y con ello no hay ningun problema, pero cuando ya dice cosas o impone reglas que no estan en la biblia o que incluso contradicen la biblia.
La biblia nos enseña que es importante congregarse: En varios libros de la biblia Dios nos manda a congregarnos, y tambien el apostol Pablo.
Malaquias 2:5-7
5 «Mi alianza era vida y paz para Leví. Se las di para que me respetara y me temiera, y él me mostró temor y reverencia. 6 Leví
enseñaba la verdad y no había maldad en sus labios. Vivía en perfecta
relación de paz conmigo y apartó a muchos de hacer lo malo. 7 Es
el deber de los sacerdotes enseñar a la gente a conocerme, y todos
deben acudir a ellos para recibir instrucción, porque ellos son los
mensajeros del Señor todopoderoso.
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